jueves, 13 de agosto de 2009


El precio de la energía

Paisajes y vidas humanas sufren por la febril cacería de combustibles

Una semana antes de la navidad de 2008, un enorme depósito de ceniza de carbón se desbordó en Kingston, Tennessee. El flujo de suciedad contaminó cientos de hectáreas de tierra y agua, y daño y destruyó una docena de hogares. La ceniza del carbón puede contener arsénico, plomo, selenio y otros conocidos carcinógenos y neurotoxinas que pueden contaminar el aire, el suelo y el agua subterránea. El residuo de la combustión del carbón es sólo uno de los dañinos efectos colaterales de la dependencia energética de la humanidad. Un buque petrolero se derrama, un reactor nuclear tiene una fuga, una chimenea impregna la lluvia con azufre y el precio de la energía toma forma de playas con petróleo, defectos de nacimientos y bosques marchitos. Sopesar estos elevados costos contra la enorme cantidad de beneficios que da la energía se está volviendo cada vez más urgente conforme los líderes del mundo enfrentan simultáneamente las amenazas del declive de las reservas de petróleo y el gas natural, la creciente demanda, la recesión económica y el clima cambiante. Existen muchas oportunidades de cambio, pero el tiempo para aprovecharlas es corto.

Extraido de la revista National Geographic. Edición especial Energía del Futuro

domingo, 9 de agosto de 2009

Nuestro Reto Energético


El mundo empieza a confrontar su adicción a los baratos y abundantes combustibles fósiles.


La comodidad del fuego es también su maldición. Desde que el hombre dominó por primera vez el calor, la luz y el poder de la llama, ansía obtener más energía de ellos. Este deseo desbocado ha llevado a excesos peligrosos y ahora la Tierra sufre las consecuencias. El carbón, el petróleo y el gas natural satisfacen 80% de las necesidades energéticas del planeta y producen la mayoría del dióxido de carbono (CO2) y otras emisiones de gases de efecto invernadero que calientan el planeta.



Según la World Energy Outlook 2008 (Perspectiva Energética Mundial 2008) de la Agencia Internacional de Energía (IEA por sus siglas en inglés), la demanda energética podría brincar hasta 50% para 2030 con un consecuente aumento de las emisiones, un camino que, si no se modifica, podría elevar la temperatura global hasta en 6 °C. El reporte concluye que esta tendencia es “evidentemente insostenible ambiental, económica y socialmente”. Destetar a la humanidad de los combustibles fósiles requiere de una “revolución energética global”, dice Nobuo Tanaka, director ejecutivo de la IEA. Lo cual será posible si el mundo invierte en energía renovable, reduce las emisiones de carbono, mejora la eficiencia y apaga algunas luces. ¿Sucederá? Tanaka dice: “Ya veremos”.

Extraído de la revista National Geographic en Español, edición especial Energía del Futuro.

¿Podemos Limpiar el Carbón?


Como parte de su plan para impulsar la independencia energética y combatir el cambio climático, el presidente Obama prometió “desarrollar y desplegar tecnología de carbón limpio”. Pero Al Gore, el ganador del premio Nobel, y otros expertos argumentar que la noción de “carbón limpio” es un oxímoron. ¿Quién está en lo correcto? Depende de la definición de “limpio”. La fuente de energía más abundante de EUA contiene muchos contaminantes, particularmente bióxido de azufre, nitrógeno y rastros de mercurio. Desde hace mucho, el azufre ha sido eliminado.

Con la ayuda de los modernos sistemas de combustión en lecho fluido – que queman el carbón a temperaturas relativamente más frías, reduciendo así la formación de óxido de nitrógeno – hoy en día, las plantas de carbón eliminan 95% de los contaminantes que generan la lluvia ácida. Esto puede ser “limpio” para los estándares históricos, pero hace muy poco para neutralizar otro problema: el bióxido de carbono que calienta el planeta. Los defensores del carbón ahora manejan el concepto de “captura y almacenaje de carbono”, en el que el CO2 es removido, llevado en tubos a un área de almacenaje e inyectado en el suelo a grandes profundidades, un proceso que podría reducir en 90% las emisiones de CO2. Los críticos manifiestan que la captura de carbono también disminuye la eficiencia de las plantas aumentando en un 50% la demanda de carbón.

El presidente Obama dice que: “En este momento no tenemos tecnología para hacer carbón limpio de forma eficiente”. Esto puede cambiar con la ayuda de una inversión gubernamental planeada de 150 000 millones de dólares en tecnologías limpias.

Extraído de la revista National Geographic en Español, edición especial Energía del Futuro.